Análisis político,La migración, número 16

La comunidad migrante mexicana y el futuro cultural de Estados Unidos

Por Juan Manuel Aguilar Antonio

La migración es como un río. Puede desbocarse, cambiar de rumbo o tratar de ser contenida, mas nunca detenerse. La historia del hombre se cimenta en los viajes y traslados, en la conquista por la vida a través de un camino que se emprende hacia una tierra desconocida. En sí, la consolidación de las diferentes naciones, continentes y culturas de nuestro tiempo tiene su origen en una migración, y todos, de manera indirecta, somos el resultado de este fenómeno.

Acerca de la relación que se da entre México y Estados Unidos, quienes comparten más de 3,000 km de frontera, debemos preguntarnos, ¿cuál es el futuro del fenómeno migratorio para estos dos países? ¿Qué sociedad emergerá como consecuencia de aquel flujo tan intenso? ¿Cómo se está transformando la cultura de Estados Unidos, producto de este hecho?

Reflexiones de relevancia porque la frontera de México y Estados Unidos, junto con la de Turquía y Europa, representan los límites geográficos más dinámicos en cuestión migratoria a nivel internacional.[1] Y los resultados de este fenómeno están cambiando la forma en que debe entenderse a la sociedad estadounidense, la cual, si bien fue fundada por un constante flujo de migrantes procedentes de múltiples países de Europa, actualmente está siendo transformada por la comunidad hispana, con un papel destacado de los mexicanos.

Sobre esto, resalta el hecho de la cuestión lingüística y cultural de las comunidades mexicanas en Estados Unidos. A la fecha, se calcula que los mexicanos residentes en esa nación ascienden a 12 millones de personas,[2] no obstante, si se vincula la cantidad de población residente en ese país que está relacionada con México, ya sea a través de la cultura o el idioma por medio de un nexo familiar, se estima que la cifra asciende hasta los 30 millones, cantidad que representa el 9% de la población estadounidense.

Del mismo modo, es importante mencionar cómo la comunidad mexicana en Estados Unidos, a diferencia de otras grandes comunidades migrantes de esa nación, como la italiana o la irlandesa, mantiene casi intactos sus rasgos culturales de origen, en especial el lenguaje, con el cual se comunica en sus hogares y en su vida cotidiana.

Este elemento resulta de gran trascendencia pues, actualmente, Estados Unidos es un país bilingüe, ya que el 15% de su población habla el español, rasgo y realidad cultural que no ha sido reconocida hasta nuestros días, pero que refleja un fenómeno que transformará radicalmente la forma en la que entendemos ese país.

Sin embargo, es paradójico cómo estos hechos se confrontan con la resistencia y persecución que se tiene contra los mexicanos en esa nación. Así como el odio de un alto porcentaje de anglosajones y puristas que alcanza materializaciones tan polémicas y tangibles como la que se da con la ideología del político y empresario Donald Trump, que no es más que un reflejo del sentir de una parte importante de la población de habla inglesa de ese país ante el inminente cambio cultural que se dará en el futuro como resultado de la integración de los mexicanos a la sociedad estadounidense.

A pesar de esto, no debe olvidarse que Estados Unidos siempre ha sido un país que ha cobrado una cuota de marginación y discriminación con las poblaciones migrantes de su pasado. Lo hizo con los irlandeses, los italianos y los afroamericanos. Hasta que el peso de la realidad lo obligó a aceptar y respetar en su completa dimensión a cada uno de estos grupos que transformó y nutrió su cultura, como también lo harán en el futuro cercano los mexicanos.

No obstante, podemos asegurar que tarde o temprano la comunidad mexicana e hispana será aceptada e integrada a esa nación, aunque de momento, no podemos conocer las transformaciones culturales que ésta dará a ese país y que debemos observar y tener presentes.

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«La bestia» Ilustración: Héctor Mateo García

Sinopsis de autor:

Juan Manuel Aguilar Antonio es licenciado en Relaciones Internacionales, trabajó por dos años en la Secretaría de Relaciones Exteriores y a la fecha cursa la maestría en Economía en el Colegio de Postgraduados y trabaja en la docencia universitaria.

[1] Samuel, Hungtinton, El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial, Barcelona, Paidos, 2011.

[2]The Hispanic Population in the United States: 2012”, en US CENSUS BURO. Disponible en línea: http://www.census.gov/population/hispanic/

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